jueves, 8 de diciembre de 2016

Navidad a la vuelta de la esquina. Me encanta Corea.

Holaaaa~

Aquí estamos una vez más. Hace una semana acabamos las clases de coreano de este semestre y hemos tenido unos 10 días para descansar, aunque no eran (son) del todo libres porque el día 15 tenemos el examen de la asignatura de traducción que nos hemos tenido que pillar para que nos dieran la mención de coreano.
Dejando eso de lado, he de decir que me encanta vivir aquí. Hago más cosas que cuando estaba en Sabadell, supongo que el hecho de tener que salir de vez en cuando a coger la comida influye. No, hablando en serio, todo es nuevo y para qué engañarnos si sales fuera siempre acabas alegrándote la vista. No sé por qué, tal vez por el hecho de que el verano pasado vine nada más para hacer turismo y no veía la Corea "real" pero solo diré una cosa: Jesús Bendito. Hemos llegado al punto de que llamamos a los sitios por los nombres de los que hay trabajando, por ejemplo: "el chico bonito" o "el Jimin." Y la oración sería tal que así: '¿Vamos hoy a coger comida "al chico bonito"?' 'No, mejor vamos "al Jimin o chino del Jimin."' Muy fuerte sí. Pero, ¿sabéis qué es lo peor de todo? Que no hay forma de conocer a ninguno. Creo que todas nuestras familias se van a llevar un chasco enorme al esperar que volvamos a España con algún maromo (que todas sabemos que es lo que esperan). Pero sí, sí, muy triste.